LA ECONOMÍA CHINA CRECE A PASO DE TORTUGA Y ESO NO ES BUENO PARA NADIE.
15/07/2019
El volumen de la economía china y su geométrico crecimiento,
tanto interno como externo, ha marcado el pulso de las finanzas mundiales desde
finales del siglo 20 hasta ahora.
Tanto ha sido así, que del fenómeno del gigante asiático
nació y se extendió la frase “crecer a tasas chinas” para referenciar un gran
avance mucho mayor al promedio en casi cualquier contexto.
Sin embargo, nada es para siempre, y lo que hasta ahora
parecía imposible, está pasando: el país liderado por Xi Jinping ya no crece a
“tasas chinas” y los operadores financieros del mundo abren los ojos
sorprendidos.
Los datos del segundo trimestre de 2019 muestran que su
economía se desaceleró al ritmo más débil desde que comenzaron los datos
trimestrales en 1992. Hay una causa: la situación comercial con los Estados
Unidos, el otro gigante comercial del planeta.
Según Financial Times, el enfrentamiento con el país de
Donald Trump y la imposición de aranceles y tarifas por más de 200.000 millones
de dólares hizo mella en las exportaciones. La economía china, ahora, sólo se
sostiene con su consumo interno.
De acuerdo con los datos oficiales de la Oficina Nacional de
Estadísticas, el PIB creció un 6,2 por ciento interanual, cifra que estuvo en
línea con las expectativas de la mayoría de los analistas, pero que resulta ser
la más lenta desde que el organismo comenzó a calcular estos datos en 1992.
El mayor problema es que no se ve una luz en el horizonte:
las relaciones de Pekín con Washington están casi tan tensas como el año
pasado, a pesar de que los presidentes de las potencias acordaron una tregua
luego de una reunión entre Trump y Xi el mes pasado en la cumbre del G20 en
Osaka.
“Vemos más debilidad en la economía china en el horizonte”,
le dijo al mismo medio inglés Julian Evans-Pritchard, economista de Capital
Economics.
El comienzo del largo y venturoso periodo de expansión de la
economía china se considera tras el desplome de las protestas en la Plaza de
Tiananmen en 1989. Luego de esa crisis, se recuperó e inició un prolongado
avance que sólo se vio interrumpido brevemente por la crisis financiera
asiática a finales de la década de 1990 y tras el “octubre negro” de 2008.
Wang Tao, la economista jefe de UBS AG en Hong Kong, le dijo
en una entrevista a Bloomberg TV que si bien “continúa una desaceleración en el
crecimiento del segundo trimestre”, se puede advertir que hay algo de
“estabilización”.
Una de las claves para que el mercado interno chino se haya
mantenido fue el crecimiento de las ventas de automóviles. Sin embargo, esto se
produjo a partir de que las terminales ofrecieron grandes descuentos para
atraer a los compradores. Los economistas tienen sus reservas respecto de esto,
ya que entienden que no es sostenible en el tiempo y que en algún momento, será
una burbuja que estallará.
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